Wednesday, May 09, 2007

 
Un científico descubrió el arte de reproducirse a sí mismo tan perfectamente que resultaba imposible distinguir el original de la reproducción.
Un día se enteró de que andaba buscándole el Ángel de la Muerte, y entonces hizo doce copias de sí mismo.
El Ángel no sabía cómo averiguar cuál de los trece ejemplares que tenía ante sí era el científico, de modo que los dejó a todos en paz y regresó al cielo.
Pero no por mucho tiempo, porque, como era un experto en la naturaleza humana, se le ocurrió una ingeniosa estratagema.
Regresó de nuevo y dijo: "Debe de ser usted un genio, señor, para haber logrado tan perfectas reproducciones de sí mismo, sin embargo, he descubierto que su obra tiene un defecto, un único y minúsculo defecto".
El científico pegó un salto y gritó: "¡Imposible! ¿Dónde está el defecto?".
"Justamente aquí", respondió el Ángel mientras tomaba al científico de entre sus reproducciones y se lo llevaba consigo.
"Todo lo que hace falta para descubrir al "ego" es una palabra de adulación o de crítica".

Comments:
Que buen pensamiento, me encantó.
Cariños niño.
 
¡que cierto!
el ego siempre aflora cuando es adulado o criticado!
Saludos Seba.
 
Ese ego que es necesario pero nunca para nublarnos...
Un beso
 
hay que tener autoestima, pero el ego la exagera y eso es malo.
Besitos para ti, mi regalón
 
el ego como autoestima no es malo....
digo yo.
 
Aaaah muy buen post y con mucha razón.
Besos.
 
Yo no podría funcionar sin mi ego, entendiendo ego por autoestima.
Saludos.
 
donde estás que no te encuentro?
Llama
Chao.
 
Yo tambien te estado buscando, vaya que sabes camuflarte y no contestas el celu, eres muy malo...
 
Excelente y diferente blog.
Felicitaciones.
 
Hola. Te invito a seguir un juego, visita mi blog.
Un beso.
 
Post a Comment



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?